Es un hecho innegable (también destacado en 'Content' de 2004 por Rem Koolhaas) que 'dar forma es fácil'. Es reconocible; trabaja con nuestro subconsciente; y en el caso de los sólidos platónicos como los cubos, la forma es también una noción filosófica con numerosas connotaciones, empezando por la simetría y la regularidad; extendiéndonos hasta donde nos lleven nuestros reflejos.
Los cubos en particular también son "fáciles" de construir, pero creemos que su importancia en la mente de los arquitectos se mantiene en el plano abstracto.
Parece haber una cierta relación inherente entre la geometría de los cubos y las nociones de perfección y claridad de la estructura.
Por lo tanto, está cerca del mayor honor entre los edificios tener forma de cubo, ser notoriamente derivado de cubos, o al menos llevar un nombre de cubo.